El tapeo constituye uno de los pequeños placeres de la vida
para cualquier español que se precie. Tras un día intenso de trabajo o una
larga jornada de estudio, un buen aperitivo y una agradable conversación pueden
convertirse en una recompensa muy apetitosa y atractiva. Si bien es cierto que
en ciudades como Granada es habitual que toda caña vaya acompañada de una tapa
generosa, en Madrid no lo es tanto. De hecho, un madrileño de a pie no se
sorprendería si al pedir un vinito el camarero le sirviera cuatro patatas
fritas o una rabanera pequeña con aceitunas. Sin embargo, no todos los bares de
la capital son tan escasos en lo que a aperitivos se refiere. La Petisqueira, La Petis para sus clientes habituales, es un excelente ejemplo de
ello. Situada en la céntrica calle de Mejía Lequerica y haciendo esquina con
Apodaca, La Petis deleita cada día a
jóvenes y no tan jóvenes, y es que una de sus virtudes es su público variopinto.
Cualquier hora es buena para ir a este local. Por la mañana ofrecen desayunos
por 2,30 euros, precio que incluye el café, infusión o aquello que quieras
beber y una tostada o bollería. Os recomiendo encarecidamente la tostada de pan
con tomate y aceite: es enorme y su sabor es estupendo. También suelen tener
churros, pastelitos de Belén y, en ocasiones, torrijas.
Si decides ir a mediodía o por la noche a tomar el aperitivo
no te arrepentirás. Ahora que se acerca el calor, un tinto fresquito es el
mejor antídoto para la sed y si, además, viene acompañado de una exquisita tapa
de tortilla… ¿Qué más podemos pedir? Pues La
Petis sirve estos maravillosos aperitivos con cada consumición: tortilla,
patatas con chorizo, empanada, sándwich mixto, alitas de pollo…Y todo por menos
de diez euros, increíble pero cierto.
Si te gusta el tapeo y la comida casera, no lo dudes ni un
minuto más y pásate por La Petis… ¡Volverás
seguro!